La asamblea de REDIT ha elegido al empresario Joaquín Font de Mora como Vicepresidente I. Font de Mora es el máximo responsable de la empresa Vidres, una firma castellonense con más de 40 años de historia dedicada a la fabricación y comercialización de esmaltes para el sector azulejero. Para el empresario, la clave del éxito en su firma ha sido “la creación de una cultura de diferenciación e innovación de productos y servicios en la empresa”.
Acaba de asumir el puesto de vicepresidente de REDIT ¿qué objetivos se ha marcado a corto plazo?
En primer lugar, es un gran honor formar parte del equipo de presidencia de REDIT. Mi objetivo es ser útil a la asociación, aportando mi visión empresarial y potenciando las acciones de promoción, divulgación y apoyo a los institutos tecnológicos. Tenemos una red de centros muy potente en nuestra región y hay que hacerla cada vez más visible para un mayor número de empresas.
¿Cómo valora la situación actual de la I+D+i en la Comunidad Valenciana?
Cada día tenemos más empresas que apuestan por la I+D+i en nuestra Comunidad. Aun así, debemos seguir aumentando nuestra apuesta por la innovación, ya que nuestras cifras no son buenas comparadas con el resto de regiones. La Comunidad Valenciana está por debajo de la media española en términos de gasto en I+D respecto al PIB, y muy alejada de la europea. Además, nuestra región está en sexta posición a nivel nacional y no en tercer lugar, como nos debería corresponder.
En cuanto a la inversión privada, también tenemos que mejorar. En la Unión Europea la participación del sector privado en el gasto en I+D representa el 63,6% del total; en España el 53,7% y, en la Comunidad Valenciana, sólo alcanza el 41%. Hemos de ir revertiendo esta situación ya que, como todos sabemos, nuestros competidores están en todo el mundo. En esto, los institutos tecnológicos tienen mucho que aportarnos a los empresarios.
¿Cuáles son los principales retos y oportunidades a los que van a tener que hacer frente la Red y los Institutos Tecnológicos?
El principal reto de un Instituto Tecnológico es ser útil a las necesidades de I+D e innovación de las empresas y darles una respuesta ágil en su día a día. Además de esto, los centros deben ser capaces de adelantarse a las necesidades de sus clientes y compartir con ellos los riesgos que tiene la actividad innovadora, algo imprescindible teniendo en cuenta el limitado tamaño de la mayoría de nuestras empresas.
En cuanto a REDIT como asociación, debemos seguir trabajando como interlocutores de los centros ante todos los grupos de interés del sistema de innovación, tanto regionales como nacionales e internacionales, aumentar nuestra notoriedad y reconocimiento y conseguir las mejores condiciones para el desempeño de la labor de los IITT.
Su empresa, Vidres, que se dedica a la fabricación y comercialización de esmaltes para el sector azulejero lleva activa más de 40 años y ha recibido diversos premios y reconocimientos ¿cuáles han sido las claves de este éxito?
Las recetas del éxito son muchas y muy variadas. A nosotros lo que nos ha funcionado ha sido tener una plantilla de trabajadores muy comprometida con la empresa y apostar al cien por cien por la I+D+i con todos los recursos disponibles. Asimismo, ha sido fundamental la creación de una cultura de diferenciación e innovación de productos y servicios, totalmente enfocada al azulejo, para darle más valor.
Vidres ha sido reconocida, además de por su posición nacional, por su proceso de internacionalización, ¿en qué punto de expansión se encuentran?
Actualmente tenemos dos fábricas fuera de España: una en Italia y otra en la India. Nuestro objetivo es continuar con la expansión ya que se ha demostrado que, en los mercados de mucha producción cerámica, llega un momento en que te tienes que convertir en proveedor local, para poder atender mejor la demanda de tus clientes.
¿Están las empresas invirtiendo lo suficiente en innovación?
Actualmente en el sector cerámico hay bastantes empresas que invierten en innovación, pero todavía se tiene que invertir bastante más. La innovación no solo es inversión. El gran reto es lograr que la cultura de la empresa sea innovadora, que no se planteen invertir o no, sino que la innovación forme parte del ADN de la empresa.
¿Qué tendencias marca el mercado de la industria cerámica?
Sin lugar a dudas, en lo referente a la industria, la gran tendencia es la digitalización en todos los sectores productivos, es decir, la fabricación inteligente, también conocida como Industria 4.0. Se trata de algo que va a afectar a todo: mercado, grandes formatos, aplicaciones digitales, esmaltes especiales…
¿Ha cambiado mucho la demanda en los últimos años?
La demanda se ha especializado mucho más, pues se han creado nuevos nichos de mercado en los que años atrás no se pensaba. El azulejo entra en nuestros hogares no solo como pavimentos y revestimientos, también como encimeras, como parte de algún mobiliario, como decoración, losas para jardines, cerámica técnica, cerámica inteligente para la domótica del hogar y hasta como techo cerámico. Cada vez la carga funcional es más evidente en la cerámica.
¿Qué papel desempeña el ITC en el fortalecimiento del sector?
El ITC es un socio estratégico necesario en el sector cerámico. Por eso, sus aportaciones son fundamentales no solo para el fortalecimiento del sector, sino también para su crecimiento. El centro, en colaboración con otros institutos de REDIT, está resultando fundamental en la implantación y desarrollo de la Industria 4.0, algo que, como comentaba antes, va a revolucionar el sector.
BAJO EL MICROSCOPIO
• Un libro que le haya marcado
“De Pepsi a Apple”, de John Sculley
• ¿Cuál es su comida favorita?
La paella
• ¿Qué tipo de música prefiere?
Jazz, blues, rock. La buena música en general
• ¿Cuál es la última película que ha visto?
La última versión de “Asesinato en el Orient Express”.
• ¿En qué país se perdería?
En España, concretamente en la Comunidad Valenciana.