AINIA registró un impacto social por valor de 443 millones de euros en el ejercicio 2022, lo que supone un retorno en impacto social de 17,58 € por cada euro invertido en sus actividades, un 10,7% más que el año anterior.
Estas cifras se han acreditado a través de una entidad independiente, según la metodología SROI (Social Return of Investment). El método más utilizado internacionalmente para medir el impacto social y el único que permite obtener una cifra económica de retorno de la inversión.
El compromiso de AINIA con la Agenda 2030 ha llevado al centro a lograr un impacto de más de 110 millones de euros en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) derivados principalmente, de su actividad en I+D+i (ODS 9, aumentar la investigación científica y mejorar la capacidad tecnológica de los sectores industriales, fomentando la innovación). Los proyectos que se realizan en AINIA están orientados a desarrollar soluciones de innovación sostenibles alineadas con los retos sociales y los ODS en sus áreas de negocio: alimentación del futuro, calidad y seguridad alimentaria, salud y bienestar, transición verde y transformación digital.
AINIA, en el marco de su Plan estratégico 2021-2025, ha elaborado un Plan Director de Sostenibilidad, con el objetivo de integrar la estrategia y gestión del centro hacia un crecimiento sostenible de la organización en los próximos años. Y que el centro también ha incorporado en la definición de su propósito como organización: Innovamos contigo por un futuro sostenible.
Además, AINIA ha sido reconocida como una de las primeras entidades socialmente responsables y, como tal, figura inscrita en el Registro de Entidades Valencianas Socialmente Responsables de la Conselleria de Hacienda, Economía y Administración Pública de la Generalitat Valenciana.
Soluciones de innovación sostenibles
En el centro se desarrollaron 260 proyectos de I+D+i el pasado año entre los que destacan en el ámbito de la sostenibilidad: FERVELACT, VULCANO, SMARTMEAT, FOODCOLLECT, FOX, SAFEFOOD, REPTES y DIGITAL RIEGO.
El proyecto FERVELACT se centró en la obtención de análogos lácteos a partir de fuentes vegetales de la Comunidad Valenciana como la chufa, la almendra, el altramuz y el lino. Para ello, se han utilizado procesos biotecnológicos y tecnologías de procesado (extracción, filtrado, homogeneización a alta presión, hidrólisis enzimática, procesos fermentativos, etc.).
En el proyecto SMARTMEAT se investigaron las tecnologías más adecuadas para producir carne cultivada a escala industrial, como alternativa sostenible a los productos cárnicos tradicionales. Este proceso consiste en extraer células de animales vivos y tratarlas para su crecimiento en un ambiente controlado, basándose en la biotecnología y la ingeniería tisular.
El proyecto VULCANO desarrolló materiales biodegradables aptos para el envasado de platos preparados. Se ha obtenido un envase 100% biodegradable y barrera a gases, capaz de resistir altas temperaturas con procesos retort (esterilización, pasteurización), adaptando los procesos de preparación de los platos preparados para que se ajusten a las características de los nuevos envases.
Un sistema autónomo de recolección de frutas caídas, que permite la recogida selectiva de frutas del suelo, reduciendo así el desperdicio de alimentos ha sido el principal objetivo del proyecto Foodcollect. Se trata de un robot móvil autónomo, con GPS y sensores de visión; un sistema de visión inteligente que utiliza Inteligencia Artificial (IA) y un robot colaborativo. El proyecto ha contado con la participación de empresas productoras, centrales hortofrutícolas y especialistas en tecnologías agrícolas.
El proyecto FOX se ha centrado en el diseño de una unidad móvil que permite a los agricultores procesar frutas y hortalizas IV gama en el propio terreno de cultivo para aprovechar subproductos, o poder obtener productos de mayor valor añadido, listos para consumir. Además, se utilizan sistemas de envasado más sostenibles y que permiten alargar su vida útil.
En SAFEFOOD se ha trabajado en la investigación en tecnologías fotónicas para el control de indicadores de la calidad microbiológica en las líneas de producción, y tecnologías de biosensores para control de microorganismos específicos en los laboratorios, con el fin de desarrollar un sistema para la estimación en tiempo real de grupos microbianos indicadores en alimentos. Estas nuevas herramientas tecnológicas pueden ayudar a las empresas del sector agroalimentario a reforzar sus programas de autocontrol en materia de inocuidad alimentaria.
DIGITAL RIEGO es un proyecto para el desarrollo de un modelo de programación, integrado en sistemas de soporte a la decisión, que determinan las estrategias de riego en función del estado hídrico y la necesidad de la planta, contribuyendo a optimizar y mejorar la eficiencia de uso del agua. Una modernización del regadío valenciano basada en la digitalización y las nuevas tecnologías.
En el proyecto REPTES se ha trabajado en un modelo circular que integra la producción de biohidrógeno a partir de subproductos lignocelulósicos (paja de arroz) obtenidos de los campos durante el periodo de recolección del arroz en la Albufera, y los lodos procedentes de EDAR, mediante un proceso de fermentación oscura. El empleo de la paja de arroz como cosustrato en el proceso de fermentación oscura es una solución innovadora para producir energía renovable mediante la generación de biohidrógeno, un combustible energético limpio, ya que no libera CO2, óxidos nitrosos y óxidos de azufre a la atmósfera durante su combustión.
Principales actuaciones en igualdad y conciliación
Las principales políticas en materia de recursos humanos se recogen en el Plan Concinia y en el Plan de Igualdad. Las medidas incluidas están encaminadas hacia una mayor flexibilidad para configurar las jornadas laborales, lo que ha llevado a una menor necesidad de jornadas reducidas, manteniendo la jornada completa y la retribución. La flexibilidad laboral se gestiona bajo criterios de responsabilidad y compromiso individual, y está dirigida a la mejora de la calidad de vida de las personas: flexibilidad horaria, reducciones de jornada, ayudas al cuidado de los hijos, flexibilidad en las vacaciones, teletrabajo y beneficios sociales.
El equipo de AINIA ascendió a 250 profesionales en plantilla al cierre del 2022 de los que el 64% son mujeres. En la actualidad, el centro se encuentra inmerso en el desarrollo del Cuarto Plan de Igualdad 2021-2024 que ha facilitado que un 56% de las mujeres ocupen puestos de dirección. Dicho Plan está centrado en los ODS 3 (Salud y bienestar), ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y ODS 10 (Reducir la desigualdad).
Asimismo, el centro ha dedicado 16.266 horas en la formación de sus profesionales con el objetivo de aumentar sus capacidades técnicas, así como sus habilidades directivas, sociales y relacionales.
Economía circular y gestión de residuos
En cuanto a la sostenibilidad ambiental, de los 300.980 kilogramos en residuos que AINIA ha generado, se han revalorizado el 98% y tan sólo el 2% de los residuos han sido eliminados. Este dato se debe a la valorización por regeneración y compostaje en su planta industrial ALTEX, en concreto, de residuos vegetales.
Además, se han implementado diversas medidas para mejorar la eficiencia energética en el centro. En el año 2022 se realizó una importante inversión para la instalación de placas fotovoltaicas con una potencia instalada de 199.8 kWp. Gracias a esta instalación se ha logrado reducir aproximadamente el 14% del consumo energético no renovable.
Otras actuaciones de responsabilidad social
En el marco de la Red Española del Pacto Mundial, AINIA ha llevado a cabo diferentes acciones como la publicación de buenas prácticas, difusión de campañas o acciones de formación y sensibilización. Ha colaborado con la ONG Formación Senegal para dar respuesta a problemas de desnutrición infantil en el norte de este país. Y ha realizado varias campañas de recogida de productos de primera necesidad e higiene para colectivos desfavorecidos, colaborando con entidades como Cruz Roja, Casa de la Caridad de Valencia, Unicef o Novaterra.
En 2022 más de 1.800 clientes confiaron en AINIA para desarrollar servicios tecnológicos y analíticos, llevar a cabo proyectos de I+D+i o realizar actividades formativas. Se alcanzaron las 753 empresas asociadas y los ingresos se incrementaron en un 10% respecto al ejercicio anterior. Además, se han iniciado las obras de un nuevo edificio que, gracias al apoyo del IVACE, servirá para seguir apostando por un equipamiento de vanguardia al servicio de la I+D+i, y que ha sido calificado por la Conselleria de Economía como «Proyecto Prioritario de Inversión de la Comunidad Valenciana». El edificio, cuya finalización está prevista para mediados de 2024, y en cuya construcción se están considerando los aspectos medioambientales, de acuerdo con los estándares de sostenibilidad y edificación técnicamente más avanzada.