El ajuste del calzado al pie es el resultado de la interacción entre la morfología de los pies y las dimensiones de las hormas empleadas para la fabricación de calzado. Si garantizar este ajuste es de por sí complejo, aún lo es más cuando nos referimos a la población infantil, cuyos pies se encuentran en constante crecimiento, además de estar sometidos a una intensidad actividad.
Está demostrado que un calzado bien ajustado a las dimensiones del pie es determinante para su correcto desarrollo morfológico y funcional, y puesto que la estructura del pie del niño en la etapa escolar no está aún consolidada, un mal ajuste podría alterar su crecimiento provocando la aparición de problemas y patologías a corto y largo plazo, además de impedir la captación de estímulos relacionados con el propio movimiento y el equilibrio.
Por tanto, el ajuste en calzado infantil es vital para un buen desarrollo del pie. Sin embargo, “lograr este ajuste es una tarea compleja ya que los pies de los niños se encuentran en constante desarrollo”, explica Mónica Sanchís, responsable de la investigación llevada a cabo por INESCOP. Por ello el centro tecnológico del calzado está realizando un trabajo de investigación para la caracterización antropométrica y funcional del pie y del calzado escolar de niños en edades comprendidas entre los 5 y los 12 años, con el objetivo de que las empresas fabricantes puedan ofertar productos más adaptados a este sector de población.
La edad elegida para llevar a cabo este estudio, la cual coincide con la etapa escolar de Primaria del Sistema Educativo Español, no ha sido elegida al azar. “En esta etapa existen grandes variaciones en la geometría y dimensiones del pie de los niños, además la tasa de crecimiento del pie es muy alta, con importantes incrementos en longitud y anchura, pudiendo verse afectado por factores intrínsecos como la edad o el peso, y extrínsecos como los hábitos de calzado o de actividad física”, explica Mónica Sanchís.
Durante 2017, 1.029 niños de la Comunidad Valenciana colaboraron con INESCOP para la toma de datos. Tras dos años de mediciones, y gracias a la colaboración de colegios de Elda y Petrer, un total de 2.052 niños han participado en el estudio que INESCOP está realizando y que prevé finalizar a finales de año. “En general el calzado marca una tallaje superior al correspondiente en su longitud interior para alojar el pie. El promedio es de una talla más, pero hemos encontrado casos de hasta tres tallas más. Además, los resultados muestran una dispersión de sistemas de escalado”, cuenta Mónica Sanchís.
Con los datos extraídos, INESCOP pondrá a disposición del sector una metodología homogénea que pueda ser aplicada en el escalado del amplio tallaje de series de calzado infantil, pues en la actualidad existe un intervalo de “17 tallas frente a las 7 habituales en calzado de adulto”, señala Sanchís.
Como resultado de esta investigación, INESCOP obtendrá las dimensiones promedio de las hormas de calzado infantil actual, aportando así una importante información al sector. Gracias a este trabajo de caracterización de pies y hormas, “podemos estudiar el ajuste real del calzado mediante pruebas de calce con niños, así como la interacción funcional entre calzado y usuario durante la marcha, pudiendo ofrecer al sector información real sobre el estado actual del pie de los niños y el calzado que utilizan, permitiendo así que los fabricantes optimicen sus productos”.