La reciente aprobación del proyecto europeo SILIFE: Production of Quartz powders with reduced crystalline silica toxicity, enmarcado en la categoría LIFE+, ya ha puesto a trabajar desde la reunión de lanzamiento del proyecto, a once integrantes de tres países europeos.
Entre ellos hay empresas, universidades y centros de investigación, bajo la coordinación del Instituto de Tecnología Cerámica y con el objetivo fundamental de mejorar la salud en los entornos laborales al frenar las enfermedades procedentes de la exposición a la Sílice Cristalina Respirable-SCR (el cuarzo y la cristobalita en particular) materias primas utilizadas en varias industrias y sectores productivos.
Según el responsable de SILIFE, el Catedrático de Ingeniería Química de la Universitat Jaume I de Castellón y responsable del Área de Sostenibilidad del ITC, Eliseo Monfort: “El objetivo del proyecto consiste en lograr que el uso de materiales con sílice cristalina -concretamente cuarzo y cristobalita- en los diferentes sectores productivos y en el ámbito industrial, sea seguro. Ya llevamos trabajando desde hace varios años en este tema y hemos desarrollado proyectos precedentes, como SILICOAT, en los que hemos buscado y utilizado sustancias con las que recubrir la superficie de las partículas de SCR, bloqueando su toxicidad en origen, con un éxito notable en aplicaciones para la industria cerámica. Ahora vamos más allá a través de SILIFE, intentando ampliar este efecto a otros sectores industriales, ya que el efecto de anulación de la toxicidad de este elemento fue específicamente desarrollado para el proceso de la industria cerámica“.
En este sentido, hay que recordar que la inhalación prolongada de sílice cristalina puede derivar en la reacción patológica denominada silicosis, que en casos crónicos puede, a su vez, producir enfermedades más graves e incluso ser el precursor de desarrollo de tumores, una problemática común a nivel internacional de la que el ITC viene ocupándose desde hace años, tratando de minimizar los riesgos de la exposición a la SCR a través de una activa participación en proyectos de ámbito nacional y europeo.
Por ello se han unido en SILIFE, bajo la coordinación del ITC, empresas privadas como las españolas BLC, ABCR, ESMALGLASS-ITACA y FUMBARRI, además de las empresas italianas MAPEI y ELASTOMERS.
Otros centros de investigación participantes son el CCB de Italia y el ITEM de Alemania, además de la Plataforma Española para la Seguridad Industrial (PESI), a fin de unir su experiencia y recursos para lograr producir a escala comercial cuarzo con toxicidad nula o muy baja, minimizando o anulando la posibilidad de contraer enfermedades como las anteriormente mencionadas en los entornos industriales de las personas que están expuestas a estos materiales.