La superficie de juego es el escenario clave de un partido de fútbol. Por tanto, debe estar en las mejores condiciones posibles para garantizar que los jugadores y jugadoras se encuentran en un entorno seguro que les permite rendir al máximo. Es por ello que la FIFA ha creado un nuevo programa de calidad para superficies de juego de césped natural que tiene como objetivo armonizar las pruebas y ofrecer a los organizadores de competiciones la posibilidad de comparar la calidad de las superficies de juego naturales con criterios estandarizados.
En esta línea, el Instituto de Biomecánica (IBV) se ha convertido en el único centro español que ha conseguido la acreditación para certificar campos de césped natural de acuerdo a su nuevo programa de calidad FIFA Quality. En palabras del Director de Innovación en Deporte del IBV, Juan Carlos González, se trata de un “nuevo reconocimiento a la experiencia y a la calidad de los procedimientos de evaluación del IBV, que nos coloca como único centro español acreditado para la certificación de superficies deportivas de hierba natural”. Esta nueva acreditación se suma a las que el centro ya ostenta, para certificar campos de césped artificial, siendo uno de los cuatro laboratorios internacionales que la han logrado.
Con este nuevo programa de hierba natural, la FIFA pretende eliminar la subjetividad de la evaluación de las superficies de juego, utilizando los mismos criterios para comparar la calidad de los campos de césped natural y permitiendo que los organizadores de los torneos puedan tomar medidas más efectivas y específicas. También establece un protocolo para que los encargados del campo tengan una guía de actuación para determinar, en el día a día, la calidad de la superficie de juego y así poder optimizar sus labores diarias.
Condiciones de las superficies de calidad
En los campos de hierba natural se pueden encontrar problemas como una excesiva dureza, drenaje insuficiente, falta de cobertura vegetal, amortiguación inadecuada o valores de resistencia rotacional fuera de rango, entre otros.
Para que el campo presente las condiciones adecuadas para la competición, se deben corregir estos problemas, presentando una superficie con una dureza y amortiguación adecuadas, un sistema eficaz de drenaje, una buena cobertura vegetal y una firmeza apropiada para ofrecer características de juego aptas. Además, debido a que muchos de los partidos se retransmiten en televisión, es necesario que el terreno de juego tenga un buen aspecto visual y dé buena imagen.
Con la publicación de este nuevo programa para superficies de juego, los clubes y responsables de instalaciones deportivas disponen ya de un estándar objetivo y con valores de referencia para poder considerar si una superficie de césped natural es idónea para el juego. Únicamente los centros acreditados, como el IBV, pueden realizar pruebas oficiales de la FIFA y solicitar el informe oficial correspondiente a la federación internacional. En definitiva, este importante logro “sitúa al IBV como el único centro español de referencia en materia de evaluación de la conformidad de superficies deportivas de hierba natural y artificial para la práctica del fútbol, y como referente internacional en innovación deportiva”, concluye Juan Carlos González.