Recrear recuerdos felices, añadir música relajante, ajustar la luz o decorar el espacio con objetos significativos durante una sesión de terapia hasta hace poco parecía algo propio de una película. Hoy, gracias al proyecto cuidAR , ese escenario está cada vez más cerca de convertirse en realidad.
La iniciativa, impulsada por ITI , centro tecnológico valenciano privado especializado en TIC , y AIJU, Instituto Tecnológico especializado en el juguete, demuestra cómo la tecnología puede humanizar la innovación, situando a las personas en el centro del desarrollo digital. A través de cuidAR, ITI y AIJU están trabajando en transformar los procesos de apoyo psicológico mediante el uso de la Inteligencia Artificial Generativa para crear terapias inmersivas personalizadas en el Metaverso.
En el contexto del Día Mundial de la Salud Mental, fecha dedicada a crear conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo, cuidAR se presenta como un ejemplo de cómo la tecnología puede contribuir al cuidado de la salud mental, convirtiendo el Metaverso en una herramienta con impacto social más allá del entretenimiento.
Financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE+i) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el proyecto con número de expediente IMDEEA/2025/36 busca que pacientes y terapeutas puedan diseñar espacios terapéuticos personalizados en el Metaverso, donde se combinan elementos físicos y virtuales.
En palabras de Patricia Pons, responsable del grupo de investigación en Human Computer Interaction de ITI, “queremos lograr intervenciones más adaptadas, accesibles y efectivas. Estos entornos, además, son dinámicos y sensibles al contexto: no es igual una sesión en un despacho, en un salón abierto o en un jardín”.
En esta nueva realidad, incluso sería posible integrar elementos reales del entorno. Las cámaras de unas gafas de Realidad Mixta podrían, por ejemplo, detectar las ventanas de una habitación y proyectar a través de ellas un paisaje de playa o de un bosque frondoso.
“Gracias al reconocimiento espacial y a sensores no intrusivos, la experiencia se ajusta al entorno físico y también a las características psico-cognitivas de cada persona, modulando la interacción según sus necesidades”, ha destacado José Luis Soler, investigador senior en ITI.
En este proyecto, AIJU colabora estrechamente con ITI aportando su experiencia en realidad virtual, gamificación y computación espacial, ámbitos clave para el desarrollo de experiencias inmersivas orientadas al bienestar emocional. Su trabajo conjunto permite explorar cómo la tecnología puede facilitar la creación de entornos terapéuticos más motivadores y personalizados, donde pacientes y profesionales se sientan partícipes del proceso.
“Desde AIJU trabajamos para que la tecnología sea una aliada del bienestar, creando experiencias inmersivas que ayuden a conectar con las emociones de forma positiva”, explica Alfonso López, investigador principal del proyecto en AIJU. Por su parte, Tamara Aguilar, responsable técnica en el diseño de experiencias inmersivas, destaca que “el reto está en conseguir que cada entorno virtual se sienta cercano y seguro, adaptándose al contexto y a las necesidades de cada persona”.
Cabe destacar que la iniciativa cuenta con la participación de entidades como Fundación ACAVALL, Fundación SASM, Play&Go, DomusVi, European Institute Of Exercise And Health (EIEH) e Innoarea.
Un antes y un después en la salud mental
En este sentido, el proyecto cuidAR supone un avance respecto a las experiencias predefinidas de las plataformas actuales de realidad extendida. Aquí, los entornos se generan y adaptan en tiempo real según el espacio físico y el estado emocional y cognitivo de cada usuario.
La clave está en la co-creación, que convierte a pacientes y terapeutas en autores de sus propios mundos virtuales. Al poner la IA generativa a su servicio, se abre la puerta a un futuro digital más humano, personalizado y terapéutico.
Y es que en un momento en el que se habla tanto del Metaverso, “el proyecto cuidAR demuestra que esta plataforma puede convertirse en una herramienta terapéutica innovadora con capacidad de transformar la manera en que entendemos la terapia en salud mental”, ha concluido Samuel Navas, investigador senior en ITI.